Cerezo justifica el fichaje de Raspadori: “Alguien tiene que calentar el banquillo con estilo”.
El presidente del Atlético responde a las críticas por traer al delantero italiano con números de recogepelotas

Los aficionados del Atleti andan rascándose la cabeza desde que se anunció el fichaje de Giacomo Raspadori, hasta ahora delantero suplente en el Nápoles, cuyos números ha habido que buscar con lupa en las estadísticas de la Serie A.
¿Por qué se ha fichado? ¿Qué sentido tiene? ¿Es un castigo divino?
Pues no, queridos colchoneros. Hay una explicación razonable —o al menos eso asegura Enrique Cerezo, presidente del club, que ha dado la cara para esclarecer este asunto:
“El Atleti no necesita solo goles; necesita imagen, presencia y elegancia. Raspadori falla mucho, sí, pero lo hace con estilo. Eso no se compra fácil en el mercado”, explicó Cerezo en rueda de prensa.
“Con él nos aseguramos un banquillo fashion. Un suplente guapo siempre viste mucho en plano corto”, añadió.
Nuevos métodos
La filosofía rojiblanca, según el mandatario, pasa actualmente por superar el famoso lema de “Zidanes y Pavones” que hizo historia en el Real Madrid.
“Eso no vale para nada. Lo que necesitamos son Julianes y pibones”, declaró entre aplausos de la directiva.
El presidente insistió en que el impacto del fichaje se verá más fuera que dentro del campo: “Con él vendemos camisetas, subimos seguidores y, si falla un gol a puerta vacía, causamos furor en primera plana”.
Futuro con suspense
Cerezo cerró la presentación con un mensaje tranquilizador:
“Le hemos puesto el dorsal 99 porque lo que se dice jugar, no va a jugar mucho.
Entiendo que no lo comprendan, pero tranquilos: dentro de dos años, cuando Raspadori salga cedido al Getafe, todo tendrá sentido”.
Entre risas, el dirigente recordó que el club no ficha estadísticas, sino emociones:
“Si quieres números, vete al Excel. Si quieres sufrimiento, cánticos y lágrimas en el 93', Raspadori es tu hombre. O tu chico. O tu suplente de confianza, lo que toque”.
Mientras tanto, en el Metropolitano ya circula un cántico premonitorio:
“Raspadori, Raspadori, cero goles, mil stories”.
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