Flick: “Lo siento, Barça. Me he enamorado del Euro Rayo”.
A Hansi Flick se le ha caído la venda (y el pase al espacio):
“No debí fichar por el Barça. La verdadera bomba es el Euro Rayo. Jueves, barrio, ilusión y una Conference de guateque y verbena”, gritó desatado mientras celebraba en el bar de Manolo el 4-0 contra el Neman Grodno, con un vaso de calimocho en la mano y la bufanda rayista atada a la frente.
“Llevo meses intentando corregir los ataques de ego de Lamine y ahora estos me corrigen la vida a mí a base de alegría de vivir. El balón pide calle. Yo pido Rayo”, habría añadido el técnico, aún con purpurina en la americana.
¿“Jueves de romance” o “domingos de Excel”?
Flick compara su agenda culé (“mapa de calor, sonrisa de rigor, reunión con tres analistas”) con el plan vallecà (“jueves de Conference, vecindario en trance y un estadio que tiembla aunque el césped esté regular”).
“Me declaro rayista de adopción”, proclama. “En Múnich me enamoré del 4-2-3-1; en Vallecas me he enamorado de Isi y de un cántico que no entra en el PowerPoint. Ah, y de los callos del bar de Manolo”.
Epifanía en el 1–1 ante el Barça
Su flechazo definitivo: Rayo 1–1 Barça, partido marcado por un VAR en modo lámpara: penalti a Lamine Yamal sin revisión en la primera parte y empate de Fran Pérez después.
“Ahí lo vi claro: este equipo merece mi contrato y mis domingos. Si el VAR se cae y Vallecas se levanta… yo me voy con Vallecas”, apuntó, mientras agradecía a Joan García que evitara que les cayera la del pulpo.
“Íñigo, hazme hueco. Si me llamas, lo dejo todo. Aunque sea de preparador del utillero”, le oyeron esta mañana decir por teléfono durante su nuevo paseo diario por los aledaños del estadio rayista.
KPIs del enamoramiento
- xIlusión: +300% desde que hay fiesta los jueves.
- Acciones épicas por olé: 1,5 cuando canta el Fondo.
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